El cortejo fúnebre que acompañaba los restos de Jorge Fernando Herrera, el presunto ladrón que murió el lunes tras haber sido baleado por un policía, provocó daños materiales en una dependencia de la fuerza.
Video: mataron a una chica de 12 años de un disparo en la frente
Según informaron fuentes policiales, los desmanes se produjeron alrededor a las 10, cuando familiares y amigos de Herrera pasaban junto al féretro por la comisaría de Los Pocitos, ubicada en calle Virgen Generala al 800. Enardecidas contra la Policía, alrededor de 150 personas comenzaron a arrojar piedras y otros elementos contundentes contra esa dependencia.
Entre otros daños materiales, rompieron el auto particular de un sargento que presta servicio en esa comisaría. El vehículo, un Volkswagen Gol color negro, estaba estacionado afuera de la dependencia cuando se produjeron los desmanes.
Herrera, alias “El Mono”, tenía 21 años. El lunes a la tarde fue baleado por un policía del Grupo CERO en la esquina de Francisco de Aguirre y Lucas Córdoba. Supuestamente acababa de asaltar a una persona que esperaba el colectivo.
Luego se supo que Herrera tenía antecedentes por robo. El 31 de enero lo habían detenido por un hecho similar ocurrido a 13 cuadras de donde cayó abatido. Esa noche se desplazaba junto a otra persona en una motocicleta. Al llegar a Suipacha al 1.700, se bajó del rodado y, después de apuntar a la cabeza a una mujer, intentó quitarle la cartera. La víctima comenzó a gritar y su esposo salió en su auxilio. Logró reducir al arrebatador y la Policía lo detuvo minutos después.
Por ese hecho, el fiscal Diego López Ávila había pedido la prisión preventiva de Herrera por el plazo de un año y solicitó que sea enjuiciado por el delito de robo agravado en grado de tentativa. El juez Alejandro Tomas aceptó el planteo, pero redujo a cuatro los meses que debía estar encerrado. Recuperó la libertad los primeros días de septiembre.